martes, 31 de diciembre de 2013

Por Roberto Birri*

Córdoba no ha vivido un año más, de aquellos que simplemente se olvidan rápido cuando el 31 de diciembre levantamos las copas para despedirlo. Y no lo fue este 2013 porque hubo hechos que marcaron nuestra memoria colectiva y que sin duda serán una bisagra en la vida social de los cordobeses y en la vida política de quienes gobiernan.
Podríamos iniciar el análisis en forma cronológica, pero sería impropio, como quien escribe la cabeza informativa de una primicia, porque lo más relevante fue lo vivido la noche del 3 y 4 de diciembre, aquella en la que el Gobierno provincial mostró toda su impericia, su incapacidad de contención y resolución y sometió al pueblo a experimentar la ausencia del Estado real. 
Una Policía traidora, aun con sus justas demandas; negocios saqueados; familias atrincheradas; vecinos armados. 
Vivimos el miedo como una marca indeleble que quedará en nuestro inconsciente colectivo y que ambos gobiernos, el provincial y el nacional, deberán asumir por siempre.
Sin embargo, la seguridad no sólo se viste de estas omisiones; también las hubo por parte de aquellas desinteresadas en aplicar reformas profundas en el Código de Faltas, que desoye a un pueblo que exige sortear este resabio de la dictadura, porque refleja la criminalización de la pobreza, la estigmatización del vulnerable, la opresión del Estado policial que deriva en decenas de miles de pibes encerrados. 
Luego de todo el año, apenas en diciembre, la Comisión de Análisis y Reforma del Código de Faltas volvió a ser convocada. ¿Cómo debemos entenderlo? ¿Como un olvido de este Gobierno provincial o como una inacción perversa? 
La gran convocatoria de la Marcha de la Gorra, en su séptima edición, que llenó las calles de una multitud de almas que reclaman por el cambio, apenas motivó a Unión por Córdoba (el partido oficialista) a debatir algunos artículos. Esperamos más. Pretendemos nuevos paradigmas en claves de seguridad democrática.
También vivimos los cordobeses con lamentable escozor las intimidaciones y la violencia recibida por los ambientalistas de Malvinas Argentinas, que siguen peleando contra una multinacional como Monsanto, cuyo accionar nos llena de desconfianza. 
Aunque esta lucha sea una metonimia, es la parte del todo simbolizada en un reclamo que pide priorizar la salud y el ambiente sobre los emprendimientos privados. 
La prédica sostenida este año se ha transformado en acción concreta de un sujeto colectivo que le puso el cuerpo al reclamo, para no abandonarlo más. 
Tres décadas de democracia
Además, fue el año de la conmemoración de los 30 años de democracia, que tanto costó legitimar y que nos obliga a tener presente este precepto fundante de la Reforma de 1918: “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”. 
En tal sentido, el narcoescándalo y el inicio de la crisis institucional policial, con la salida en un mismo año de jefes como Ramón Frías y César Almada, y ministros de Seguridad como Alejo Paredes y Alejandra Monteoliva, nos permiten entender la existencia de una Córdoba adherida a paradigmas inescrupulosos que empiezan a ser abandonados por los países occidentales. 
Como explicara el jurista Alberto Binder, “en Córdoba, el gobierno de la seguridad depende de un primer pacto entre la dirigencia política y las fuerzas policiales y, al mismo tiempo, de un segundo pacto entre las fuerzas policiales y ciertos sectores de la criminalidad con alguna presencial territorial”.
El resultado es una sociedad que fluctúa entre la sensación de peste y mesianismo que promete una salvación en la que ya no creemos. 
Este es el legado que debemos primero deconstruir, luego debatir y reformar, porque refleja un conservadurismo carente de ideas, poco dispuesto a profundizar el análisis y menos aun a arriesgar en el diseño de políticas complejas que permitan enfrentar un fenómeno nada simple de resolver. 
2013 termina, pero el próximo año seguirán en la agenda pública aquellos temas que no pudieron cerrarse y renovarán su vigencia, como la propuesta de que Córdoba sea declarada Provincia No Nuclear, la adhesión a la ley nacional de Fertilización Asistida, la defensa del ambiente contra las inversiones inmobiliarias que afectan el agua como derecho humano fundamental, el mejoramiento de la infraestructura de nuestras cárceles que atenta contra los estándares mínimos que garantiza la Constitución, y la plena aplicación del protocolo de aborto no punible, que las mujeres cordobesas merecen para no morirse por abortos clandestinos. Batallas que hemos dado en este año, y que sin duda seguiremos dando en 2014.
*Legislador provincial del Partido Socialista

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