jueves, 6 de diciembre de 2012


El Consejo Federal del Partido Socialista reunido en Córdoba los días 30 de noviembre y 1° de diciembre de 2012, celebra los avances en la consolidación del  Frente Amplio Progresista  como opción programática en el año  que finaliza. La presentación de la propuesta La Argentina que Queremos con sus  20 líneas estratégicas para los próximos 20 años, constituye una síntesis de la forma de entender la política que proponemos a la sociedad. Considerar las distintas miradas y opiniones, valorar la diversidad que enriquece las propuestas, reconocer que no somos dueños de la verdad, que el otro tiene algo que aportarnos.
En nuestro país la novedad política hoy es que se produjeron masivas manifestaciones convocadas por la ciudadanía y centrales sindicales. El 13 de Septiembre y el 8 de Noviembre fueron expresiones contundentes del descontento social, de rechazo creciente a una forma autoritaria y centralista de ejercer el gobierno de la Nación.
El primer paro nacional convocado por centrales sindicales que adhieren de diversos sectores políticos muestra a las claras el impacto negativo de las políticas del gobierno a los sectores trabajadores.
Desde el Partido Socialista observamos con preocupación que el gobierno nacional no asume la desaceleración del crecimiento económico y el proceso inflacionario. Esto repercute negativamente sobre los sectores asalariados y aquellos que perciben ingresos fijos, y también afecta a las pequeñas y medianas empresas que pierden competitividad y frena la creación de nuevos empleos. 
A su vez, la actitud de desconocer la división de poderes y el federalismo, trasladando el ajuste fiscal a los gobiernos provinciales y municipales y la negativa de toda vía de diálogo político con la oposición, agrava un escenario nacional que requiere del compromiso de todos y todas en pos de una Argentina inclusiva y solidaria que resuelva los grandes problemas estructurales pendientes.
Frente a los explícitos intentos de proponer una reforma constitucional para garantizar la re-reelección presidencial, desde los primeros días de septiembre, el FAP  ha puesto en marcha una campaña contra esta iniciativa. El  cumplimiento efectivo a la Constitución vigente, y el fomento a la participación ciudadana a través de la recolección de firmas lograron enorme apoyo de todos los sectores, reflejado en un acuerdo amplio de rechazo. El consenso alcanzado por las bancadas legislativas, opositoras tanto en Senadores como en Diputados, y el contundente rechazo de la ciudadanía, son signos positivos de una democracia que demuestra vitalidad frente a la prepotencia oficial.
El Partido Socialista y el Frente Amplio Progresista asumen la responsabilidad de construir una verdadera alternativa de gobierno. Una propuesta basada en valores, que ponga de manifiesto que se puede gobernar con transparencia, convocando a la participación y al diálogo, para construir una sociedad con más igualdad.
El avance en la institucionalización del FAP, proclamando por unanimidad al compañero Hermes Binner como su presidente profundiza nuestra responsabilidad. Transformar un frente electoral en un frente político ha sido la tarea de todo el 2012, que debe continuar con energía y determinación, porque representa una demostración cabal del compromiso del FAP con sus más de 3.6 millones de votantes.
En ese camino es fundamental que el FAP se desarrolle en cada distrito como una sólida opción electoral. A partir del debate entre las fuerzas que lo integran en cada distrito, y considerando las particularidades políticas respectivas, se podrán instrumentar acuerdos electorales más amplios con otras fuerzas políticas afines. Debemos fortalecer el FAP como un Frente político de largo plazo con vocación mayoritaria y de gobierno.
El socialismo crece en todo el país y crece la esperanza del pueblo argentino por un cambio hacia adelante en valores de solidaridad, de participación y de transparencia y en propuestas que consoliden la igualdad. Combatir la mortalidad infantil, afianzar la posibilidad de nuestros jóvenes de estudiar y de trabajar, garantizar jubilaciones dignas, un país que reconozca y combata desde las políticas públicas centralizadas y coordinadas por la Nación, la inseguridad y el narcotráfico. En suma, cumplir con el mandato de nuestra Constitución Nacional.
Es preciso contribuir a una Argentina que destierre la polarización y el enfrentamiento, dé lugar al diálogo para canalizar los disensos, y reconozca la diversidad para construir acuerdos.
Como Socialistas asumimos la responsabilidad de construir una propuesta alternativa que forje un país sin corrupción ni violencia; un país de solidaridad y entendimiento, un país en celeste y blanco. 

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