El Consejo Federal del Partido Socialista reunido en Córdoba los días 30 de noviembre y 1° de diciembre de 2012, celebra los avances en
la consolidación del Frente Amplio Progresista como opción programática en el año que
finaliza. La presentación de la propuesta “La Argentina que Queremos” con sus
20 líneas
estratégicas para
los próximos 20 años,
constituye una síntesis de
la forma de entender la política que proponemos a la sociedad. Considerar
las distintas miradas y opiniones, valorar la diversidad que enriquece las
propuestas, reconocer que no somos dueños de la verdad, que el “otro” tiene algo que aportarnos.
En nuestro país la novedad política hoy es que se produjeron masivas
manifestaciones convocadas por la ciudadanía y centrales sindicales. El 13 de Septiembre
y el 8 de Noviembre fueron expresiones contundentes del descontento social, de
rechazo creciente a una forma autoritaria y centralista de ejercer el gobierno
de la Nación.
El primer paro nacional convocado por centrales sindicales que
adhieren de diversos sectores políticos muestra a las claras el impacto negativo
de las políticas del
gobierno a los sectores trabajadores.
Desde el Partido Socialista observamos con preocupación que el
gobierno nacional no asume la desaceleración del crecimiento económico y el
proceso inflacionario. Esto repercute negativamente sobre los sectores
asalariados y aquellos que perciben ingresos fijos, y también afecta a
las pequeñas y
medianas empresas que pierden competitividad y frena la creación de
nuevos empleos.
A su vez, la actitud de desconocer la división de poderes y el federalismo, trasladando el
ajuste fiscal a los gobiernos provinciales y municipales y la negativa de toda
vía de diálogo político con
la oposición, agrava
un escenario nacional que requiere del compromiso de todos y todas en pos de
una Argentina inclusiva y solidaria que resuelva los grandes problemas estructurales
pendientes.
Frente a los explícitos intentos de proponer una reforma
constitucional para garantizar la re-reelección presidencial, desde los primeros días de
septiembre, el FAP ha puesto en marcha
una campaña contra
esta iniciativa. El cumplimiento
efectivo a la Constitución vigente, y el fomento a la participación
ciudadana – a través de la
recolección de
firmas – lograron
enorme apoyo de todos los sectores, reflejado en un acuerdo amplio de rechazo.
El consenso alcanzado por las bancadas legislativas, opositoras tanto en
Senadores como en Diputados, y el contundente rechazo de la ciudadanía, son
signos positivos de una democracia que demuestra vitalidad frente a la
prepotencia oficial.
El Partido Socialista y el Frente Amplio Progresista asumen la
responsabilidad de construir una verdadera alternativa de gobierno. Una
propuesta basada en valores, que ponga de manifiesto que se puede gobernar con
transparencia, convocando a la participación y al diálogo, para construir una sociedad con más igualdad.
El avance en la institucionalización del FAP, proclamando por unanimidad al compañero Hermes
Binner como su presidente profundiza nuestra responsabilidad. Transformar un
frente electoral en un frente político ha sido la tarea de todo el 2012, que
debe continuar con energía y determinación, porque representa una demostración cabal
del compromiso del FAP con sus más de 3.6 millones de votantes.
En ese camino es fundamental que el FAP se desarrolle en cada distrito
como una sólida opción
electoral. A partir del debate entre las fuerzas que lo integran en cada
distrito, y considerando las particularidades políticas respectivas, se podrán
instrumentar acuerdos electorales más amplios con otras fuerzas políticas
afines. Debemos fortalecer el FAP como un Frente político de largo plazo con vocación
mayoritaria y de gobierno.
El socialismo crece en todo el país y crece la esperanza del pueblo argentino
por un cambio hacia adelante en valores de solidaridad, de participación y de
transparencia y en propuestas que consoliden la igualdad. Combatir la
mortalidad infantil, afianzar la posibilidad de nuestros jóvenes de
estudiar y de trabajar, garantizar jubilaciones dignas, un país que
reconozca y combata desde las políticas públicas centralizadas y coordinadas por la Nación, la
inseguridad y el narcotráfico. En suma, cumplir con el mandato de
nuestra Constitución
Nacional.
Es preciso contribuir a una Argentina que destierre la polarización y el
enfrentamiento, dé lugar al
diálogo para
canalizar los disensos, y reconozca la diversidad para construir acuerdos.
Como Socialistas asumimos la responsabilidad de construir una
propuesta alternativa que forje un país sin corrupción ni violencia; un país de
solidaridad y entendimiento, un país en celeste y blanco.
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